









La primera semana del mes de marzo del 2009, aún debe conservarse muy fresca en la memoria de los dueños y administradores de MGH PROTECCIÓN INTEGRAL. El lunes 2, las instalaciones de dicha empresa amanecieron totalmente tomadas por un numeroso grupo de trabajadores, que desafiando todos los riesgos previsibles, a partir de ese día decidieron declararse en protesta permanente, hasta tanto se hiciera presente el propietario de la misma Alberto Peñaranda. La respuesta inicial de la Empresa consistió en tratar de ignorar una situación, que con el paso de las horas se tornaba más tensa. Los Jefes de Seguridad de los Bancos agobiaban con sus llamadas al encargado regional, solicitando la inmediata instalación de los servicios, ignorando que este mismo hubo de salir a instalarse en un servicio, al igual que supervisores y todo el personal disponible, quienes no se bastaban para contrarrestar los efectos de la acción. El segundo día, los trabajadores junto los Directivos del sindicato SUNTRAVIPRIV Pedro Aguilera, José Amaro y Bernardino Navarro, se apersonaron a efectuar los respectivos reclamos por ante la Inspectoría del Trabajo, además de rendir declaraciones ante los medios de comunicación del porqué de esta acción. Los motivos eran muchos: Diferencias de Utilidades aún pendientes, incumplimientos a la Política Habitacional y Seguro Social, no Cancelación de Intereses sobre Prestaciones y Bono Navideño entre otros. La Empresa insistía en dar respuestas genérales desde Caracas, a través de supuestos “Jefes” que aún no se dignaban siquiera el enviar alguna propuesta escrita. El día miércoles 4, dada la repercusión de la noticia por los medios, la protesta amaneció reforzada con trabajadores del estado Yaracuy, e inclusive de extrabajadores a quienes se adeudaban sus prestaciones. Este mismo día, el Gerente de la empresa a nivel Regional, Leonaldy Yánez, ya anunciaba que el dueño de la misma había accedido a viajar al siguiente día, a negociar personalmente con los embravecidos trabajadores, por lo cual solicitaba que se levantase el paro. Pero los trabajadores se mantenían inflexibles; cantidad de acuerdos incumplidos, en muchas oportunidades y por boca de diferentes emisarios, eran una lección aprendida y muy difícil de olvidar: para ellos la empresa no merecía ni un ápice de credibilidad. Por tanto, los trabajadores se mantuvieron en su posición, pese al desgaste físico y de algunos pocos que si se doblegaron ante las presiones. El jueves 5 en horas del mediodía, se presentó Alberto Peñaranda, acompañado del abogado Carlos Álvarez, y de Directivos de la denominada Asociación Venezolana de Empresarios Socialistas de Seguridad (ASOVESS), quienes ofrecieron una pretendida mediación de dudosa imparcialidad, en medio de las burlas, escepticismo y general descontento de los trabajadores. Posteriormente los trabajadores nombraron sus portavoces, quienes junto a los Directivos Sindicales, enumeraron y detallaron uno a uno los múltiples incumplimientos de la Empresa. Ante lo inobjetable de tales argumentaciones, al Patrono no le quedó más opción que aceptarlas, aunque como es costumbre, aduciendo total desconocimiento y colocando la responsabilidad del caos sobre los hombros de sus muchos y ausentes empleados. El día finalizó con una Carta-Compromiso, donde la empresa fijaba las fechas de cumplimiento, y donde se comprometía a no tomar represalias ni intentar calificaciones de despido por los días que duró la protesta. Esta, es una historia más donde se demuestra, que los Trabajadores siempre han sido y serán, los verdaderos protagonistas de sus propias luchas.